2 de agosto de 2010

Cataclísmico: Gilneas y los Worgen - Parte 1

En World of Warcraft: Cataclysm la raza Worgen finalmente será jugable, y como ya se ha sabido por algún tiempo, su zona de inicio será la nación humana de Gilneas, ubicada en una península al sur del Bosque de Silverpine.


La Nación de Gilneas



Gilneas participó en la Segunda Guerra contra la Horda como miembro de la Gran Alianza de Lordaeron.

Gobernados por Genn Greymane, los ciudadanos de Gilneas rompieron lazos con la Alianza en un momento dado durante la Segunda Guerra, con el argumento de que "La Alianza necesita más de Gilneas de lo que Gilneas necesita a la Alianza", aislando así su nación del mundo exterior mediante el Muro de Greymane.

Cuando el Azote ataco las tierras de Lordaeron y su máquina bélica avanzó hacia el sur, los ciudadanos de Gilneas pidieron ayuda a un Archimago del Kirin Tor, nacido en Gilneas, para que los ayude a defenderse de los muertos vivientes. Este mago era Arugal.

Arugal y el Libro de Ur




Arugal había estado leyendo un libro que había sido escrito por Ur, un mago de Dalaran. Este libro trataba acerca de unos seres de aspecto lupino, llamados Worgen.

En el momento que Archimonde y el Azote atacaron Dalaran durante la Tercera Guerra, Arugal tuvo que escapar de la ciudad mágica para salvar su vida. Huyó hacia el Bosque de Silverpine, resguardándose en el castillo de la familia Silverlaine, sobre la aldea de Pyrewood, donde seguiría con sus estudios patrocinados por el Barón Silverlaine.

Frustrado por no lograr nuevos descubrimientos en las artes arcanas, Arugal se volcó a su investigación acerca de los Worgen, y siguiendo las enseñanzas de Ur, logró convocarlos a Azeroth. Los Worgen asesinaron a la familia Silvermane, así como también lograron defender las fronteras de Silverpine del Azote, asegurando de esta manera la seguridad de la nación de Gilneas.

Luego de que Arugal haya tomado control sobre los Worgen, se adueño del castillo de los Silverlaine y lo llamó Castillo Shadowfang, en honor a sus nuevos "hijos".

Lo cierto es que esto no duraría mucho, hasta que intrépidos héroes desconocidos decidieran poner fin a su reinado, liberando al Castillo Shadowfang y a la tierra de Silverpine de la amenaza de Arugal.

La Guadaña de Elune




Arugal no fue el primero en invocar a los Worgen. La Guadaña de Elune es un artefacto entregado a la Sentinela Velinde Starsong por la mismísima Elune, para defender las tierras de Felwood de los invasores demoníacos. Usando los poderes de la Guadaña, Velinde también pudo controlar a los Worgen en principio, pero luego se dió cuenta de que a pesar de que ella no usara los poderes de la Guadaña para invocar las Worgen, ellos continuaban apareciendo.

Velinde entonces emprendió una búsqueda para encontrar información acerca de las bestias. Como había escuchado de la investigación de Arugal, fue a los Reinos del Este a buscar su ayuda.

Primeramente se dirigió al puerto de Ratchet para pasar a la Bahía del Botín y seguir al norte hasta llegar a Silverpine, pero en su camino por las tierras de Duskwood, la Guadaña desapareció misteriosamente, junto con su portadora.

El paradero de Velinde es desconocido hasta los días actuales, pero el destino de la Guadaña siguió un largo camino incluso después de eso.

Un habitante de Raven Hill en Duskwood, llamado Jitters, encontró la Guadaña en la mina al sur de Grand Hamlet (posteriormente Darkshire), y una vez más los Worgen aparecieron en Azeroth gracias a la imprudente acción de este inconsciente hombre.

Las bestias asesinaron a todos los compañeros de Jitters, y se extendieron por Duskwood, llegando a la granja Yorgen, donde mataron a toda la familia que la habitaba. Solamente pudo escapar Sven Yorgen.

Desde el Paso Deadwind, los Jinetes Oscuros vinieron en búsqueda de la Guadaña, causando terror en Duskwood.

Lo cierto es que no lograron encontrarla, y años después, durante la Guerra de los Baldíos Helados, el artefacto apareció en posesión de los traperos de las Colinas Pardas en Northrend. Nadie sabe muy bien como sucedió esto, pero con la resurrección del Archimago Arugal por parte de los Príncipes San'layn del Azote, nació un nuevo culto entre los traperos.

El Culto al Lobo volvió a traer la amenaza de los Worgen al mundo, esta vez en Northrend, pero de nuevo no sería por mucho tiempo, pues más aventureros pondrían un fin definitivo al espectro de Arugal.

Uno de los traperos de la zona, Ivan, fue el último en poseer la Guadaña hasta el final de la Guerra de los Baldíos Helados.

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Con esto concluye la primera parte del trasfondo de los Worgen. La próxima vez: Lo que pasó en Gilneas, El futuro de la Guadaña y los Druidas de la Jauría.

1 comentario:

  1. Wuen toque con los worgens, ahora te faltan los goblins.. esperamos tambien en el segundo tomo el porque gilneas esta aliada ahora..

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